¿Te has parado a analizar cómo es tu rutina de trabajo diaria?. Seguramente, te pase lo siguiente día tras día:
Sales de casa para entrar en el coche o en un transporte público que te lleve a tu lugar de trabajo. En el mejor de los casos, irás paseando tranquilamente pero, a lo largo del día, irás transitando por toda una colección de espacios cerrados.
En España, una persona trabajadora tan solo pasa en el exterior una media de 60 minutos al día, es decir, un 4,17% del total del día, según el estudio elaborado por AIMC (AIMC, 2016).
‘Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo sentados y en interiores’.
Más tarde, en la oficina (o en casa con el teletrabajo), te aíslas mirando una pantalla, atendiendo correos electrónicos, llamadas de teléfono, revisando informes, asistiendo a reuniones…El entorno es artificial y gris, cargado de electricidad, poca ventilación y luz atenuante.
Estás deseando que llegue el fin de semana o las vacaciones para romper con esa cotidianidad y evadirte de las exigencias del trabajo.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 59% del personal laboral en España sufre estrés laboral provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves. Siendo, las bajas laborales debidas a esta causa, entre el 30% y el 40%, recoge esta fuente.
Sin embargo, los humanos evolucionamos hace millones de años en un medio exterior y en contacto con la Naturaleza.
Richard Louv*, autor de Nature Principle, argumenta que sufrimos colectivamente el llamado ‘déficit de atención por Naturaleza’, es decir, un alejamiento de la Naturaleza por parte de las personas y sus repercusiones negativas en la salud y calidad de vida.
Programas basados en bienestar (coach, inteligencia emocional o yoga) se están convirtiendo en una prioridad para la mayoría de las empresas y corporaciones, ya que existen serias preocupaciones sociales sobre los problemas de salud causados por el estrés laboral y las investigaciones muestran que un lugar de trabajo más feliz, es más productivo.
El estrés laboral se define como respuestas físicas y emocionales dañinas que ocurren cuando los requisitos de un trabajo no coinciden con las capacidades, recursos o necesidades del trabajador.
Pero existe un factor importante dentro de estas estrategias de recursos humanos que la mayoría de líderes/directivos están olvidando, el acceso a los espacios verdes.
Hoy en día, disponemos de una amplia investigación científica sobre los efectos positivos que la exposición a los ambientes naturales proporcionan en la salud mental y física de las personas.
El proyecto Baños de bosque, una propuesta de salud, realizado por DKV seguros, recopila diversas investigaciones científicas en este sentido.
¿Cómo ofrecer una buena dosis de naturaleza a tus trabajadores?
BAÑOS DE BOSQUE PARA TU EMPRESA
La práctica del ShinrinYoku o Baños de Bosque, consiste en sumergirse en la atmósfera del bosque a través de los sentidos.
En un baño de bosque, podemos saborear el olor de las flores y el aire fresco, contemplar los cambios cromáticos de la vegetación, oír el canto de los pájaros y sentir la brisa en nuestra piel.
Esta técnica, fue creada en Japón por la Agencia Forestal en 1982 como técnica para el descanso y cuidado de la salud para una sociedad castigada por el estrés.
Algunas empresas lo ofrecen a sus trabajadores como alternativa a un estrés laboral que solamente en 2015 provocó 2.310 suicidios.
El inmunólogo y el mayor experto mundial en Medicina Forestal, Qing Li*, junto con otros compañeros han comprobado en sus investigaciones que practicar Baños de Bosque ayuda a las personas a:
- Reducir el estrés.
- Reducir la ansiedad, depresión e ira.
- Estimular el sistema inmunitario.
- Aumentar el nivel de energía.
Además, un baño de bosque no sólo te aporta salud, también puede:
- Estimular la creatividad.
- Aclarar la ideas, estimular la memoria y la atención.
- Ayudar a que seas más amable y generoso potenciando la conexión social.
Pasear por el bosque nos aclara la mente y nos ayuda a pensar.
Qing li
Yoshifumi Miyazaki*, antropólogo y fisiólogo, realizó investigaciones, concretamente, sobre el efecto positivo de los paseos de baños de bosque en la tensión arterial de trabajadores de oficina/oficinistas.
El programa de 1 día de baño de bosque fue el siguiente, en el cual participaron 26 oficinistas y evaluaron cómo cambiaba la presión sistólica y diastólica:
- Antes del desayuno.
- Antes del almuerzo.
- Antes de la cena.
Además, tomaron medidas en diferentes tiempos:
- 3 días antes del paseo.
- Durante el paseo.
- 3 y 5 días después del paseo.
Comprobaron que ambas presiones arteriales disminuyeron durante el día del baño de bosque y se mantuvieron inferiores hasta 5 días después del paseo.
Si como empresa, también crees que proporcionar bienestar a tu equipo de trabajadores puede hacer llevar vuestro rendimiento y productividad a otro nivel, no dudes en ofrecerles mayor acceso a la Naturaleza a través de programas de baños de bosque.